• Se destaca al personal de salud por hacer frente al COVID-19, su entrega, dedicación y esfuerzo diario en prevenir la aparición de trastornos mentales.
Los resultados de la tesis doctoral de Iván Echeverria, defendida en la Universidad CEU Cardenal Herrera en Valencia (España), con la colaboración de la doctora Isabel Camacho, del Hospital Psiquiátrico de Campeche (México), acaban de ser publicados en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health.
Se trata de un estudio para analizar la relación entre los factores de coraje moral y propósito de vida con la salud mental, que se realizó sobre una muestra de 149 profesionales del ámbito sanitario como médicos, enfermeros, psicólogos, auxiliares en enfermería, celadores, personal administrativo, de seguridad o de cocina, y compara los resultados entre 90 profesionales españoles, pertenecientes al Departamento de Salud de Castellón, en España, y 59 profesionales del Hospital Psiquiátrico de Campeche, en México.
La investigación revela que el coraje moral del personal sanitario durante la pandemia les ha supuesto mayor riesgo de enfermedades mentales y que su mayor temor no fue contagiarse, sino afectar a sus familiares o allegados.
En ella, se muestra que un 57.8% de los profesionales del ámbito sanitario español en la primera ola presentaba ansiedad, depresión o estrés agudo, mientras que tan solo padecían alguno de estos trastornos un 39% de sus homólogos mexicanos, que estaban todavía en el inicio de la pandemia.
Entre las enfermedades mentales referidas, los profesionales españoles han sufrido principalmente ansiedad en un 43.7%; seguido de estrés agudo en un 32.6%; y en menor medida Trastorno Depresivo Mayor en un 21.3% de los casos.
La doctora Isabel Camacho, del Hospital Psiquiátrico de Campeche, explicó respecto al “coraje moral”, que es el conjunto de valores morales que proporciona a los trabajadores de salud la determinación para ir a trabajar por sus pacientes a pesar del peligro de contagio, y riesgo para su salud mental.
Agregó que otro factor que ha influido en la aparición de trastornos es el “propósito en la vida”, que se define como la percepción que una persona tiene sobre el objetivo y valor de su vida; hizo mención del primer artículo de la tesis doctoral de Iván Echeverria, donde destaca que “un alto propósito en la vida se comporta como un factor protector frente a la ansiedad, la depresión y el estrés agudo, pero también un bajo propósito puede favorecer la aparición de dichos trastornos”.