A PREVENIR ENFERMEDADES POR INTENSO CALOR

 

* Se debe evitar comer alimentos en la calle de dudosa procedencia, los operativos de Copriscam son permanentes en toda la geografía estatal.

 

En todo el Estado, la Secretaría de Salud, a través de la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitarios, intensifica las verificaciones a establecimientos de alimentos para prevenir las enfermedades relacionadas con las altas temperaturas.

 

El titular de la Copriscam, Santiago Rodríguez Adam, hizo un llamado a la población para extremar precauciones y prevenir los problemas de salud relacionados con el calor como las enfermedades gastrointestinales, intoxicaciones alimentarias, deshidratación y golpe de calor.

 

“Durante la temporada de calor aumentan los riesgos a la salud derivados de las altas temperaturas como la deshidratación e insolación, de estas el golpe de calor tiene síntomas como mareo, sed intensa, enrojecimiento y sequedad de la piel, fiebre, aceleración del ritmo cardíaco, dolor de cabeza y estómago, así como ataques con convulsiones”, señaló.

 

Si una persona presenta síntomas de un golpe de calor, es preciso llevarlo a un lugar fresco y ventilado, bajar su temperatura con compresas de agua fresca en todo su cuerpo, quitar el exceso de ropa y ofrecer agua fresca, así como acudir de inmediato al médico.

 

Para evitar el golpe de calor, la Copriscam recomienda permanecer en lugares frescos, a la sombra y ventilados; utilizar gorra o sombrero, lentes de sol, sombrilla y protector solar; lavar las manos frecuentemente con agua y jabón, antes de comer, servir y preparar alimentos, y después de ir al baño; se recomienda evitar el consumo de alimentos en la calle.

 

Beber agua (embotellada, hervida o desinfectada) para mantener el cuerpo hidratado; evitar bebidas con azúcar en exceso, bebidas con alcohol; evitar la exposición al sol por periodos prolongados entre las 11:00 y las 15:00 horas, rango en el que la temperatura alcanza sus niveles más altos.

 

Rodríguez Adam advirtió que los grupos de la población más vulnerables en riesgo de deshidratación, agravamiento de enfermedades crónicas o, incluso, un golpe de calor son los adultos mayores de 65 años, niñas y niños menores de seis años y personas con sobrepeso.

 

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